Este espectacular cuadro de 116 x 89 cm es un
magnífico ejemplo de la pintura hiperrealista desarrollada por Francisco Motto
Portillo, artista madrileño afincado en Monzón (Huesca). El cuadro fue realizado
hacia 2005 con pintura acrílica sobre lino y muestra una extraordinaria riqueza
de matices y detalles técnicos. No suelo comentar aquí obras recientes pero en
Alcalá de Henares acaba de inaugurarse una espléndida exposición de cuadros de este
artista, bajo el título «El Paisaje Urbano en el Arte».
De formación autodidacta, Francisco Motto siguió
cursos de dibujo lineal y artístico en el instituto Parramón de Barcelona,
desarrollando con posterioridad una intensa labor de investigación y
perfeccionamiento de las técnicas pictóricas. Alejado durante un tiempo de los circuitos
comerciales del arte, por decisión propia, Francisco Motto trabaja
principalmente a partir de encargos, razón por la cual una gran parte de su
producción se encuentra en colecciones privadas. En los últimos años ha vuelto
a sacar su obra a la luz en galerías y salas de exposiciones, y está presente
en un buen número de portales especializados de internet.
Las vistas urbanas de Motto se encuadran en el último punto de un realismo que cada vez se acerca más al hiperrealismo por la profusión de detalles y la minuciosidad que aplica al tratamiento de algunos de los elementos representados. Las composiciones están sabiamente construidas mediante una concienzuda organización de los objetos en el espacio y la aplicación de las más rigurosas leyes de la perspectiva. Los encuadres son a menudo complejos y se basan en instantáneas fotográficas, tomadas por el propio artista, que luego son reelaboradas en el taller hasta que adquieren el acabado deseado. Sobre este aspecto destaca la preponderancia del dibujo lineal y una inteligente aplicación de la perspectiva de color, que sirve para enfatizar la diferencia de profundidad de cada plano. En cuanto al cromatismo, los pigmentos están muy diluidos, permitiendo acabados lisos que confieren a los cuadros una estética limpia y clara, próxima al Pop-Art.
Las vistas urbanas de Motto se encuadran en el último punto de un realismo que cada vez se acerca más al hiperrealismo por la profusión de detalles y la minuciosidad que aplica al tratamiento de algunos de los elementos representados. Las composiciones están sabiamente construidas mediante una concienzuda organización de los objetos en el espacio y la aplicación de las más rigurosas leyes de la perspectiva. Los encuadres son a menudo complejos y se basan en instantáneas fotográficas, tomadas por el propio artista, que luego son reelaboradas en el taller hasta que adquieren el acabado deseado. Sobre este aspecto destaca la preponderancia del dibujo lineal y una inteligente aplicación de la perspectiva de color, que sirve para enfatizar la diferencia de profundidad de cada plano. En cuanto al cromatismo, los pigmentos están muy diluidos, permitiendo acabados lisos que confieren a los cuadros una estética limpia y clara, próxima al Pop-Art.
Los temas de sus cuadros se centran
fundamentalmente en el retrato y el paisaje, tanto rural como urbano. Quizás lo
más impresionante sean sus profundas perspectivas urbanas, llenas de reflejos y
guiños a la cultura de masas, en la línea de otros pintores hiperrealistas como
el norteamericano Richard Estes. La obra A
través del cristal es una buena muestra de ello, puesto que destaca
precisamente por la profusión de reflejos, transparencias y juegos de luces y
contraluces, como pueden apreciarse en los brillos metálicos de los coches, los
colectores de basuras, los escaparates y el pavimento excesivamente pulimentado.
La imagen corresponde a una calle de Abu Dabi, lo cual puede adivinarse si se
presta atención a los letreros en árabe y las matrículas de los coches. Pero en
realidad podría pertenecer a cualquier otra ciudad del mundo, pues el foco de
interés reside en las características genéricas del paisaje urbano, sus edificios
significativos, sus calles llenas de vehículos motorizados y sus actividades
sociales relacionadas con la moderna cultura de masas.
El segundo cuadro que reproducimos aquí,
fechado en 2009, es aún más innovador. Podría llevar el mismo título que el
anterior, porque muestra el espacio urbano desde un interior, pero se denomina Boutique de té. Mide 90 x 60 cm y fue
realizado a raíz de una visita a la ciudad francesa de Toulouse. Según me contó el
propio artista, iba paseando por la calle y entró en la tienda a comprar un
regalo; una vez dentro, se volvió hacia el escaparate y descubrió impresionado aquella
vista, que fotografió con su cámara para poder trabajar sobre ella en el
taller.
La composición sugiere una especie de zigzag que
empieza por el primer plano, en el interior de la tienda, pasa al exterior de la
calle, que nos conduce a la derecha, hasta encontrarnos con otra calle
perpendicular cuya iluminación más intensa nos lleva a perdernos hacia la
izquierda. En esta ocasión Motto se explaya en la representación de un
espacio cargado de personalidad. Los objetos, más que pintados, están
retratados con un profundo anhelo de verosimilitud que se recrea en los
materiales, los reflejos, los puntos de luz y hasta los letreros de las bolsas de café, de las latas de té, de las botellas, etc. Esta multiplicidad de detalles supera el realismo de obras
anteriores y se adentra en el hiperrealismo. Pero a pesar de la capacidad
imitativa del artista, su lenguaje plástico es pictórico, no fotográfico. Una
imagen fotográfica de este espacio acarrearía notables problemas de
iluminación, porque el último plano (el de la calle perpendicular) saldría
demasiado resplandeciente mientras que el primer plano (el interior de la
tienda) se vería en penumbra. Y en el trabajo de reestructuración del
equilibrio lumínico y colorístico de este singular espacio interior-exterior es
donde reside la extraordinaria capacidad interpretativa de Francisco Motto.
Hola Josué ¿cómo estás? Me encanta que dediques una de tus fantásticas descripciones al hiperrealismo, ya que no siendo una gran seguidora del arte contemporáneo en general, admiro obras hiperrealistas como “People´s Flowers” de Richard Estes, es una de mis favoritas. Es increíble el juego de luces, brillos y reflejos. Fantástica la obra de F. Motto. Un abrazo
ResponderEliminarRosa Delfín
Muchas gracias Rosa. Si te quieres pasar por la exposición podrás ver los cuadros en directo. Merecen la pena.
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