Banksy es uno de los artistas más prolíficos
y polifacéticos del Arte Urbano del siglo XXI. Su carrera comenzó como un
simple graffitero en Bristol, a finales de la década de los ochenta, pero en
seguida desarrolló un estilo propio basado en el uso de estarcidos con moldes o
plantillas (stencils en inglés). Esta
técnica permite una ejecución muy rápida, puesto que sólo hay que colocar la
plantilla sobre el muro y aplicar el aerosol para completar la pintura, lo cual
es especialmente conveniente en este tipo de obras de carácter ilegal. En
cuanto a la temática de sus obras, suelen ser composiciones satíricas sobre
política, cultura y moralidad, frecuentemente acompañadas de graffitis, que
interpelan al espectador o le conducen hacia una reflexión crítica sobre la
sociedad.
Las fronteras entre vandalismo, graffiti y arte urbano
a veces son difíciles de interpretar. Banksy ha pintado sobre todo tipo de espacios callejeros, en repetidas ocasiones tapando la obra de otros graffiteros anteriores. Así, ha dejado testimonios de su ingenio en numerosas ciudades del mundo y en espacios tan singulares como el Muro
de Cisjordania. Su creciente popularidad ha hecho que su caché se haya revalorizado tanto que muchos ayuntamientos
suspiran por tener un Banksy entre sus calles, y los que ya cuentan con alguno,
han decidido protegerlos con fibras de vinilo para facilitar su restauración en
el caso de que se deterioren o sufran actos vandálicos. Por si fuera poco, el
artista ha sido contratado por organizaciones como Greenpeace o la MTV, y ha transformado
muchas de sus obras en pinturas de caballete para ser comercializadas en subastas
y galerías de arte. Todo esto ha provocado severas críticas por
parte de otros graffiteros, artistas guerrilleros y activistas sociales, que acusan
a Banksy de haberse olvidado del espíritu subversivo del arte urbano y haberse vendido al capital. Desde mi punto de vista, no obstante, puede
servirnos para desarrollar un interesante ejercicio de reflexión sobre la
condición del artista y el mercado del arte en la actualidad. ¿Qué criterios se
tienen en cuenta para considerar algo una obra de arte? ¿Qué hace que un
artista sea más o menos reconocido por la crítica? ¿Cómo llega una obra de arte
desde el taller del artista al museo o la galería? ¿Cuánto vale el arte?
Banksy reflexionó críticamente sobre ello en
el documental Exit Through the Gift Shop
(2009), que sigue la trayectoria del artista urbano Thierry Guetta desde sus
inicios como graffitero hasta que consigue organizar una gran exposición en Los
Ángeles, a la que son invitados Brad Pitt y Angelina Jolie, entre otros; el
éxito de aquella exposición le granjeó la posibilidad de diseñar ese mismo año la
portada del álbum Celebration de
Madonna. Otra muestra para la reflexión: en junio de 2014, Banksy instaló un puesto
callejero en el Central Park de Nueva York para vender algunas de sus obras en lienzo,
por apenas 60 dólares cada una. Su precio real en una casa de subastas hubiera alcanzado
120.000 libras esterlinas. Los pocos afortunados que compraron un lienzo en el
puesto se hicieron millonarios sin saberlo; pero fueron muy pocos los que
compraron. Por medio de esta extravagante performance
Banksy criticaba la arbitrariedad del mercado del arte y del auténtico valor
que se otorga a las cosas. En fin, su carrera está plagada de episodios como los
que acabamos de describir.
El último de ellos tiene que ver con esta pequeña
pintura rupestre que exponemos hoy. Es conocida como Peckham Rock Painting, está dibujada con grafito y se exhibe nada
más y nada menos que en el British Museum de Londres. En realidad se trata de
una estrambótica broma artística, porque a pesar de que tiene el aspecto de una figura prehistórica, lo que muestra en realidad es un hombre empujando un carrito de supermercado. Banksy
pegó de forma subrepticia este fragmento de roca en la pared de una de las salas del Museo Británico, en mayo de 2005, y colocó debajo
una cartela explicativa con un número de inventario del mismo estilo que las
que había junto a otras piezas originales del museo. La instalación permaneció tres
días in situ, según los medios de comunicación oficiales, ocho días según el
propio Banksy, hasta que los responsables del museo se percataron de ello. El
artista ha protagonizado hechos similares en la Tate Gallery de Londres, en el
Louvre, en el MOMA y en el Metropolitan de Nueva York, y en los Museos de
Historia Natural de Londres y Nueva York (ver el video enlazado al final).
La pintura rupestre (y su cartela) fueron inicialmente
retiradas del British, pero tras descubrirse que se trataba de una obra de Banksy, han pasado
a formar parte de la colección permanente de la primera institución museística
del Reino Unido, lo cual resulta a la par sorprendente y paradójico. El texto de la cartela, que traducimos a continuación, recoge con
grandes dosis de humor esa mirada satírica acerca del papel que desempeña el
arte, los artistas y los museos en la sociedad occidental contemporánea.
«ARTE MURAL. Este de
Londres.
Esta muestra finamente
conservada de arte primitivo data de la era Post-Catatónica y se cree que representa
a un hombre antiguo aventurándose por los campos de caza de los alrededores de
la ciudad. El artista responsable es conocido por haber creado un sustancial conjunto
de obras en el Sureste de Inglaterra bajo el apodo de Banksymus Maximus, pero
poco más se sabe acerca de él. Desafortunadamente, una gran parte de este tipo
de arte no ha sobrevivido. La mayoría es destruido por celosos oficiales
municipales que no son capaces de reconocer el mérito artístico y el valor
histórico de pintarrajear las paredes.
PRB 17752,2-2,1.»
WEB OFICIAL DE BANKSY:
http://banksy.co.uk/
VIDEO DE BANKSY EN VARIOS MUSEOS:
https://www.youtube.com/watch?v=lW-rt3jyZU8
No hay comentarios:
Publicar un comentario